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Potenciando la economía circular con la reutilización de palés

reutilización palés

En el marco de los compromisos asumidos en su plan ESG (Environmental, Social and Governance), URSA sigue sumando esfuerzos para contribuir a los objetivos de sostenibilidad, no solo en el marco de su propia actividad, sino también en la del conjunto del sector de la edificación.

La compañía, que aplica con orgullo la regla de las tres R  (Reducir, reutilizar y reciclar), ha iniciado en Alemania una experiencia piloto, completamente aplicable al resto de unidades operativas, para fomentar la economía circular, reducir los residuos y fomentar la reutilización.

Y lo hace con un elemento vital y omnipresente en el mundo de la logística: los palés que se utilizan para transportar de manera segura el material a las obras y que muchas veces quedan almacenados sin uso, hasta deteriorarse o acaban en vertederos.

Una vez entregado y desembalado el producto de lana mineral de vidrio y de acuerdo con el cliente, nuestro socio Boomerang recogerá los palés de las instalaciones de cada cliente, los reparará en caso de ser necesario y los devolverá a la fábrica de URSA en Delitzsch (Alemania), donde serán utilizados de nuevo.

“Se trata de un paso más en nuestro objetivo global de mejorar los procesos productivos mediante la reducción del uso de materias primas y recursos naturales, la reutilización de productos y el reciclaje”, explica Fernando Mingo, responsable del departamento de Economía Circular de URSA. “En la medida de lo posible queremos integrar esta cultura también en nuestra relación con el cliente”.

La economía circular y su impacto socio ambiental está presente, de diversas maneras, en seis de los 17 ODS de la ONU (fin de la pobreza, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsable, acción por el agua, vida submarina y vida de ecosistemas terrestres).

La reutilización de los palés de madera ayuda, además, a la reducción de la erosión de los suelos y también permite alargar el efecto “almacén de carbono” que tiene este material, ya que un metro cúbico de madera alberga en su interior más de una tonelada de CO2.

Con este proyecto, URSA pretende tener un retorno del 40%  en 2023, por lo que reducirá su uso de madera virgen y permitirá evitar la tala de miles de árboles, preservando la biodiversidad.

“Porque combatir los efectos del cambio climático y construir un mundo mejor y más habitable es más urgente que nunca y todos debemos asumir nuestra porción de responsabilidad en actividades que pueden resultar aparentemente banales pero que son las que acaban por marcar la diferencia”, concluye Fernando.