¿Por qué también es importante aislar nuestros hogares contra el calor?
En los últimos años, hemos sido testigos de olas de calor extremas en lugares inesperados, incluyendo ciudades de climas templados. Los veranos, cada vez más calurosos, nos hacen plantearnos qué medidas podemos tomar no solo para alcanzar una temperatura de confort, sino también para huir de golpes de calor y de todas las patologías o inconvenientes que las altas temperaturas pueden traer aparejadas.
Para evitar que los gastos de climatización se disparen y tengamos que tener el aire acondicionado puesto cada vez más horas al día, la necesidad de aislar nuestras viviendas es una magnífica opción.
La función del aislamiento va mucho más allá de mantener el calor durante los fríos inviernos, en verano también puede ser nuestro mejor aliado. Te contamos por qué.
- Fluctuaciones de temperatura durante todo el año
Incluso en ciudades con climas cálidos, hay fluctuaciones de temperatura a lo largo de las estaciones. En invierno, las noches pueden volverse frías, y un adecuado aislamiento nos ayuda a retener el calor en el interior de nuestros hogares, evitando así corrientes de aire frío y creando un ambiente más confortable. Pero además, en verano, este actúa como una barrera contra el calor exterior, manteniendo una temperatura fresca y agradable.
- Reducción del consumo energético
La necesidad de calefacción y refrigeración existe aún en climas templados. Un buen aislamiento contribuye a reducir la pérdida de calor en invierno y la ganancia de calor en verano, lo que se traduce en un menor consumo de energía y, por tanto, de dinero. Pero además de reducir las facturas energéticas mes a mes, el aislamiento reduce nuestra huella de carbono, independientemente del clima local.
- Protección contra la humedad
Incluso en climas templados, las precipitaciones pueden ser frecuentes. Un buen aislamiento actúa como una barrera contra la humedad, evitando la infiltración de agua en tu vivienda. Un buen material aislante previene problemas como la formación de moho o condensaciones, lo que contribuye a mantener un ambiente saludable en nuestro hogar.
- Valor a largo plazo
Además de los beneficios inmediatos, un hogar con un buen aislamiento tiene un mayor valor en caso de reventa. Los compradores son cada vez más conscientes de la importancia de la eficiencia energética y valoran mucho más aquellas viviendas que están bien aisladas. Por lo tanto, invertir en aislamiento puede generar retornos financieros a largo plazo.
En resumen, al margen de las temperaturas y las persistentes (cada vez más) olas de calor y frío, un aislamiento adecuado es esencial para garantizar el confort, ahorrar energía y proteger nuestro hogar de las fluctuaciones climáticas. Los fenómenos meteorológicos extremos, ya sean en forma de olas de calor o inesperados, son además, impredecibles a largo plazo, por lo que es mucho más inteligente tener nuestros hogares preparados con un buen aislamiento, una decisión que, no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también es una decisión sostenible y rentable a largo plazo.
