¿Qué grado de Impermeabilización tiene una fachada ventilada?
El grado de impermeabilización necesario para una fachada ventilada puede variar según varios factores, desde las condiciones climáticas (las áreas con lluvias frecuentes o climas húmedos requerirán un mayor grado de impermeabilización); el tipo de revestimiento (algunos materiales como la cerámica son completamente impermeables, pero otros, como la madera, son porosos y pueden requerir un tratamiento adicional) o la exposición de la estructura a la humedad.
Ante esta variedad de circunstancias, es preferible dar prioridad a un alto nivel de impermeabilización para prevenir problemas de humedad y deterioro, a largo plazo, y proteger la integridad de la estructura subyacente.
En este contexto es importante conocer qué papel juegan la cámara de aire y el aislamiento para asegurar la correcta impermeabilización de una fachada ventilada.
La cámara de aire desempeña un papel esencial como un sistema de «corte capilar» contra la infiltración del agua de lluvia. Este principio fundamental de seguridad frente a la infiltración de agua debe mantenerse en todos los puntos en los que el drenaje pueda ser interrumpido, como en los contornos de las ventanas. Por lo tanto, es crucial diseñar estos puntos singulares teniendo en cuenta este principio.
La presencia de juntas abiertas en la piel de la fachada y el espesor de la cámara, también son factores determinantes en el riesgo de infiltración del agua de lluvia, sobre todo en lugares fuertemente expuestos a la acción combinada de la lluvia y el viento.

La cámara de aire ofrece varias ventajas clave:
- La ventilación provoca una «descompresión» que evita que las posibles infiltraciones en el revestimiento exterior, incluso en el caso de juntas abiertas, lleguen a las capas internas del cerramiento de la fachada. Esto asegura que el aislante y el muro base siempre permanezcan secos.
- Evita que el agua infiltrada a través de las juntas del revestimiento alcance las capas interiores de la fachada, garantizando una excelente impermeabilidad al agua de lluvia.
- Facilita el drenaje del agua infiltrada, dirigiéndola hacia las partes más bajas de la fachada, donde puede ser adecuadamente desaguada hacia el exterior.
Gracias a todas estas ventajas, las fachadas con cámara de aire ventilada se consideran altamente impermeables, proporcionando el máximo nivel de impermeabilidad, clase 5, cumpliendo con el Código Técnico de la Edificación en su Documento Básico DB HS1, Documento Básico de Salubridad “Protección frente a la Humedad”.
Además, estos sistemas están clasificados como de máxima protección frente al agua de lluvia, correspondiendo a los Tipos XIII y XIV según el Documento Técnico Unificado 20.1, editado por el Centre Scientifique et Technique du Bâtiment (CSTB). Son especialmente adecuados para fachadas expuestas a condiciones extremas, ya sea debido a la acción combinada de lluvia y viento o a la altura de las mismas.
¿Qué tipo de aislamiento elegir?
Por motivos higrotérmicos en fachadas ventiladas se debe evitar que el aislante o su revestimiento externo constituyan una barrera al vapor, por lo que la permeabilidad al vapor del aislante debe ser MU1 y el revestimiento debe ser también permeable al vapor Sd<0,05m.
El uso de membrana es innecesario en la cara interna del aislante y fuertemente desaconsejable en la cara exterior del aislante, ya que actuaría de barrera de vapor en una zona fría.
Independientemente de la cámara de aire o del tipo de revestimiento elegido para la fachada, ésta siempre va a estar por encima del grado 3 exigido, no siendo necesario realizar el encintado de las juntas entre paneles aislantes de lana mineral para garantizar la impermeabilización de la misma.
La lana mineral URSA TERRA, por su estructura y proceso de fabricación, es repelente al agua (hidrofóbica o no hidrófila) por lo que no capta humedad del ambiente ni absorbe agua por capilaridad, y por tanto no la transmite a otras capas del cerramiento. Esto quiere decir que no capta ni transmite la humedad por el interior de sus poros.