Acondicionamiento y aislamiento acústico ¿en qué se diferencian?
Habitualmente se utilizan como sinónimos pero no lo son. El acondicionamiento y aislamiento acústico son dos intervenciones distintas que se diferencian principalmente por el ámbito de aplicación.
Aislar es proteger del ruido entre dos estancias o entre una estancia y el exterior. Para conseguirlo una de las mejores opciones es utlizar sistemas de placa de yeso laminado que funcionan acústicamente bajo el principio masa-muelle-masa.

La eficacia de estos sistemas se fundamenta en la elasticidad de las lanas minerales. El aislamiento acústico de un cerramiento se caracteriza por su aislamiento en dB para cada banda de frecuencia en Hz. Para ofrecer un valor global, se suele utilizar la nomenclatura RW(C;Ctr) RW Aislamiento acústico global (dB)RA=RW+C Aislamiento acústico global a ruido rosa (dBA) RA, tr=Rw+Ctr Aislamiento acústico global a ruido de tráfico (dBA).

Acondicionamiento y aislamiento acústico con lanas minerales
En acondicionamiento acústico el sistema se compone de emisor, transmisor y receptor en la misma habitación. Los efectos del acondicionamiento se experimentan en forma de una mayor comodidad en el espacio o estancia.
También podemos afirmar que la absorción acústica es la relación entre la energía acústica absorbida por la superficie de un producto y la energía acústica total incidente a dicha superficie.
Acondicionar es mejorar el confort acústico de un local. Por tanto si el problema se limita a un solo espacio, el acondicionamiento acústico siempre será la solución.

La naturaleza porosa de las lanas minerales permite coeficientes de absorción en aumento con la frecuencia, consiguiendo valores máximos a las altas frecuencias. La combinación de este material con acabados perforados que actúan como resonadores con absorción a bajas y medias frecuencias permite soluciones constructivas óptimas para el control de la reverberación.
Cuando hablamos de acondicionamiento acústico pretendemos adaptar el tiempo de reverberación de la sala consiguiendo que el sonido sea radiado por igual en todas las direcciones.
¿Y cómo lo conseguimos?
El tiempo de reverberación depende del volumen del recinto considerado y de la absorción acústica de los materiales presentes en él. La cantidad y disposición de material absorbente dependerá del tiempo de reverberación adecuado para el tipo y uso de la sala.

Sabiendo que el tiempo de reverberación óptimo tiene una importante componente subjetiva, ya que cada sujeto percibe los sonidos según su condición auditiva, la siguiente tabla muestra algunas recomendaciones en función del uso del recinto:

Una vez aclarado el tiempo de reverberación óptimo que corresponde, podremos determinar qué materiales, y en qué cantidad, se deben distribuir en el recinto atendiendo a sus coeficientes de absorción.
La disposición adecuada de superficies absorbentes permitirá la mejora del tiempo de reverberación aproximándonos a su valor óptimo.
Se pueden disponer paneles absorbentes de lana mineral en soluciones horizontales y verticales, dejándolos vistos, suspendidos o directamente sobre las superficies, e incluso integrando estos paneles en acabados perforados.
Los techos suspendidos con placas perforadas en cuya cavidad colocamos una lana mineral son la combinación idónea para controlar la reverberación del sonido en una estancia.