Seleccionar página
El CTE de salubridad es un documento básico que tiene como finalidad establecer las reglas y procedimientos necesarios para cumplir con las exigencias básicas de salubridad. Se entiende por salubridad como todas aquellas actividades y servicios que garanticen la protección y conservación de la salud pública.

Por lo tanto, conocer las exigencias básicas que define es determinante para aplicar el bienestar y calidad de los ambientes en elementos como muros, fachadas, suelos o cubiertas. Sigue leyendo, te mostramos los puntos más interesantes del Documento Básico de Salubridad (DB-HS) del CTE ¡Toma nota!

Protección frente a la humedad

Gran parte de los problemas de salubridad tienen como protagonista a las humedades y el agua. Por ello, se establece que todos aquellos elementos constructivos de cualquier tipo de edificios deben de estar correctamente impermeabilizados. De este modo, se evitará el acceso del agua perjudicando la estructura del edificio o la integridad de los usuarios.

Es especialmente relevante aportar soluciones en las fachadas y cubiertas, mediante la previsión de la inclinación adecuada para evacuar el agua.

Recogida y evacuación de residuos

A lo largo del ciclo de vida de un edificio, los residuos son una parte fundamental que es necesario saber gestionar del mejor modo.

Así pues, el DB Básico HS sobre salubridad hace referencia a la necesidad de la existencia de contenedores del edificio, además de la pertinente reserva de espacio y en las condiciones necesarias para ello. Por ejemplo, cada edificio debe disponer como mínimo de un almacén de contenedores si estos se encuentran en el exterior a una distancia menor de 25 metros.

También se dan las medidas que tiene que poseer este tipo de almacenamientos basados en fórmulas específicas para su cálculo.

Calidad del aire interior

La calidad del aire en el interior de los edificios es uno de los aspectos que más pueden afectar a la salud de sus ocupantes.

El DB HS sobre salubridad establece los parámetros mínimos en la ventilación y la renovación del aire de los edificios. Así, por ejemplo, el caudal del aire en locales no habitables se establece en 0,7 para trasteros y zonas comunes.

También se fijan las condiciones óptimas en elementos constructivos como: bocas de ventilación, aberturas, conductos por extracción para ventilación mecánica o híbrida, etc…

Suministro de agua

El agua es un elemento que puede dañar de forma importante a los edificios pero a la vez es un agente vital para el funcionamiento de los mismos.
Este punto define todos aquellos procedimientos y elementos necesarios para el suministro de agua en los edificios.

Para ello el DB HS de salubridad establece los criterios para crear sistemas de red de tuberías que permitan llegar el agua donde sea necesario con el caudal correcto y evitando retornos que puedan causar contaminación.

Entre otras cuestiones, se detallan datos tan relevantes como la presión del agua:

  • 100 kPa para grifos comunes.
  • 150 kPa para fluxores y calentadores.

Evacuación de aguas

Toda el agua utilizada por el edificio y de cualquier procedencia ha de ser correctamente evacuada, garantizando su correcta separación y siempre del modo más sostenible posible.

Se disponen ciertos requisitos para llevar cabo esta labor entre otros, te enumeramos los siguientes:

  • Disponer cierres hidráulicos en la instalación que impidan el paso del aire contenido.
  • La red de tuberías de evacuación debe tener el trazado más simple posible además de ser accesibles para su mantenimiento.
  • Se dispondrán sistemas de ventilación adecuados.

Protección frente a la exposición al radón

Por último, el CTE hace referencia a la protección frente a la exposición de radón. El radón es un gas radiactivo que se produce por la degradación del uranio presente en suelos. El documento define las características de la barrera de protección frente a este elemento:

  • La barrera debe de tener continuidad.
  • Debe tener los encuentros sellados.
  • No presentar fisuras.
  • Uso de elementos con una durabilidad igual o mayor a la vida útil del edificio.

También se ofrecen las fórmulas para el cálculo de la dimensión de esta barrera de protección frente al radón.

De esta manera, el Documento Básico de Salubridad (CTE) es un recurso clave y fundamental para la construcción y mantenimiento de edificios, lectura obligada y necesaria.