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Hace tan sólo 5 años las siglas EECN (o NZEB en inglés) eran prácticamente desconocidas. Hoy en día, nadie concibe el futuro del sector de la edificación sin pensar en un parque de edificios de Consumo de Energía Casi Nula.

A ello ha contribuido en buena medida el Congreso de Edificios de Energía Casi Nula que esta semana celebra en Madrid su VI edición con el patrocinio, como en años anteriores, de URSA. El encuentro se ha convertido en una cita obligada para todos los agentes del sector que creen en la edificación sostenible y en la futura descarbonización del parque edificado.

Hace ya 10 años que se mencionaba por primera vez a este tipo de edificios en una directiva europea relativa a la eficiencia energética de los edificios y que los definía como “aquellos edificios con un rendimiento muy alto de energía, donde la casi nula o muy baja cantidad de energía requerida debe ser ampliamente cubierta por fuentes renovables en el lugar o cerca del mismo”.

Diez años después de establecerse esta definición, la normativa de Bruselas obliga a todos los países miembros a que todos los edificios que sean de consumo de energía casi nulo. En España, se ha trabajado en la definición y aplicación del estándar, pero todavía queda muchísimo camino por recorrer. A partir de 2020 todos los edificios que se construyan o rehabiliten lo harán bajo los parámetros de los EECN.

El Ministerio de Fomento ya ha anunciado su intención de mejorar la transversalidad, la prestacionalidad y la sostenibilidad del nuevo Código Técnico de la Edificación, que esperamos que se apruebe antes de final de año, y quiere incorporar conceptos como la economía circular o el impacto ambiental de los edificios.

El Gobierno también ha manifestado que quiere tener en cuenta la energía embebida de los materiales que es similar a la energía que consume un edificio en su vida útil. En el caso de los materiales aislantes, como los que URSA fabrica, ayudan a que los edificios puedan ahorrar entre el 30% y el 50% de la energía consumida (!!!y en algunos casos hasta el 80%!!!!), reducir la misma cantidad de emisiones contaminantes y, de forma añadida, aportar confort a los hogares y calidad de vida a sus ocupantes. Es más a lo largo de su vida útil son capaces de ahorrar más de 500 veces la energía empleada en su fabricación, transporte e instalación.

El aislamiento es, por tanto, una solución imprescindible para reducir el consumo de energía y las emisiones contaminantes, que deben limitarse un 90% para cumplir con los objetivos europeos a 2050. España está obligada a actuar no sólo sobre la obra nueva, sino también sobre los edificios existentes para cumplir con los requerimientos europeos. Unas actuaciones que deberán, obligadamente, a contar con la instalación de aislamiento para conseguir edificios con poca o ninguna demanda de energía, confortables y respetuosos con el medioambiente.