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La certificación de producto, primer paso hacia la sostenibilidad

por | Oct 1, 2020 | NORMATIVA

Certificación de producto
Abordamos la importancia de la certificación de producto. Los materiales de construcción se incorporan en los edificios para cumplir una o varias funciones específicas tal como indican los requisitos básicos de los edificios incluidos en el Anexo 1 del Reglamento Europeo de Productos de Construcción:
  • Resistencia Mecánica y estabilidad
  • Seguridad en caso de incendio
  • Higiene, Salud y medio ambiente
  • Seguridad y accesibilidad de utilización
  • Protección contra el ruido
  • Ahorro de energía y aislamiento térmico
  • Utilización sostenible de recursos naturales
Cada familia de productos está más o menos implicada directamente con alguno (o varios) de estos requisitos básicos. En el caso de los productos aislantes los requisitos básicos fundamentalmente relacionados con la funcionalidad (prestaciones) son: Seguridad en caso de incendio, protección frente al ruido, ahorro de energía y aislamiento térmico.

La certificación de productos de construcción es un proceso poco conocido e infravalorado desde un punto de vista de su utilidad como garantía al usuario de las prestaciones alcanzadas por los productos.

El Código Técnico de la Edificación obliga a  todos los agentes del sector a evaluar el comportamiento de los edificios (por ej: eficiencia energética) y para ello resulta imprescindible tener certeza sobre las prestaciones de los productos, en este sentido la certificación de productos es imprescindible para el cumplimiento de las exigencias del CTE.

Certificación de Producto, un paso fundamental

La sostenibilidad es cada vez más un parámetro considerado en productos y edificios como un valor a conseguir pero frecuentemente solo se identifica con los criterios ambientales (Declaraciones Ambientales de Producto), aspectos ligados a la economía circular (contenido de reciclado, reciclabilidad) o aspectos ligados a la distribución (producción local), solo en muy contadas excepciones se ponen las  características funcionales (prestaciones) y su garantía por tercera parte como aspectos fundamentales de la sostenibilidad, en este sentido podemos considerar la certificación de productos como el primer paso indispensable hacia la consecución de edificios sostenibles.
Las prestaciones relacionadas con los requisitos básicos están indicadas en las normas armonizadas que establecen los métodos de medida y control para cada una de las propiedades susceptibles de ser declaradas por el fabricante.

El marcado CE resultante de las normas armonizadas es el requisito para que un producto pueda comercializarse legalmente en Europa.

Salvo raras excepciones el marcado CE de los productos hace responsable de la corrección de las prestaciones o valores declarados al propio fabricante con una intervención ínfima de organismos independientes de esta forma el marcado CE es una especie de “auto declaración” basada fundamentalmente en la “buena fe” del fabricante y de la credulidad “ciega” del comercializador o usuario.

Sin marcado CE (o con un marcado CE incorrecto) el producto no puede comercializarse, distribuirse o instalarse legalmente en Europa.

etiqueta de Marcado CE
Etiquetado de AENOR
El Reglamento Europeo de Productos de Construcción responsabiliza al fabricante de seguir las reglas del marcado CE y de ponerlo a disposición del mercado pero también hace responsables al resto de agentes del sector  (comercializadores, instaladores, constructores, usuarios,…) de verificar y obtener las evidencias suficientes de que el marcado CE es correcto, en este sentido  la certificación de producto aporta la transparencia y la certidumbre acerca de la corrección del marcado CE permitiendo a comercializadores, instaladores y usuarios cubrir fácilmente su responsabilidad legal.

Por lo mencionado en los párrafos anteriores la mayor parte de fabricantes responsables desean proporcionar a los clientes o utilizadores de sus productos unas garantías adicionales al marcado CE y para ello se someten a inspecciones periódicas de su sistema de aseguramiento de la calidad y al muestreo para ensayo por parte de organismos independientes que permiten garantizar que las propiedades y lo valores declarados por el fabricante en el ámbito del marcado CE son fiables y ciertos para todo el conjunto de la producción del producto certificado.

Solo los fabricantes menos comprometidos con los clientes y usuarios ofrecen únicamente el marcado CE como forma de declarar las prestaciones de sus productos.

comportamiento ante el fuego de los materiales
Un ensayo puntual (o incluso una batería de ensayos) realizado sobre una muestra no permite garantizar que la totalidad de la producción alcanzará los valores declarados que solo es posible mediante la combinación de la auditoria del sistema de calidad conjuntamente con un muestreo representativo y el ensayo realizado por organismos independientes del propio fabricante para aportar la certeza de las prestaciones de los productos.

Garantizar de forma transparente y fehaciente las prestaciones técnicas de los productos es el primer paso necesario e indispensable hacia la sostenibilidad ya que en caso de no tener certeza absoluta de las prestaciones de los productos impide tener certeza sobre la consecución de los requisitos básicos de los edificios y no hay mayor insostenibilidad que utilizar un producto del que no se tiene constancia de su utilidad.

En el caso de España la certificación más usada es AENOR que para los aislantes permite asegurar que la totalidad de la producción de la referencia comercial fabricada alcanza las prestaciones en: Reacción al fuego, Conductividad y Resistencia Térmica así como todas las otras prestaciones relacionadas con otros que puedan estar incluidas en el Código de Designación (acústica, estabilidad dimensional, absorción de agua…).

Recientemente y en el marco de las actuaciones del Plan de Promoción de la Marca AENOR se ha puesto en marcha la web del aislamiento certificado que incluye nformación relativa a la Marca AENOR para los aislantes térmicos, qué implica, cómo se gestiona la certificación, las diferencias entre la Marca AENOR y el marcado CE, la marca Keymark, etc. Además contiene un buscador de certificados que se pueden descargar, un apartado con información técnica de todo material aislante térmico, incluyendo las exigencias del CTE y RITE; Los Reglamentos Particulares de AENOR que son aplicables para la certificación, folletos informativos y otra información de interés.Información de Interés

En definitiva podemos concluir que la certificación de producto aporta la certeza sobre las prestaciones de los productos y a través de ellas se verifica la consecución de los requisitos básicos de los edificios como primer paso indispensable hacia una edificación eficiente y sostenible.

Certificación de producto

Certificación de producto: todo lo que debes saber

  1. No debe confundirse el marcado CE de los productos con la certificación de producto, el marcado CE es el procedimiento para que un producto sea legalmente comercializable en Europa, la certificación de producto (por ej. marca N de AENOR) aporta la transparencia y la evidencia avalada por un organismo independiente del propio fabricante sobre la veracidad y corrección del marcado CE.
  2. El Reglamento Europeo de Productos de Construcción obliga a los agentes del sector (comercializadores, instaladores, usuarios…) a verificar y disponer de las evidencias de que el Marcado CE es correcto, la certificación de producto (por ej marca N de AENOR) aporta esta evidencia para cubrir fácilmente la responsabilidad legal de los agentes del sector de la edificación.
  3. La certificación de producto (por ej marca N de AENOR) es indispensable para poder justificar el cumplimiento del Código Técnico de la Edificación ya que aporta la fiabilidad y certeza sobre las prestaciones de los productos implicados en un requerimiento básico.
  4. Para que un producto pueda considerarse sostenible es preciso como primer paso indispensable que  pueda certificarse su utilidad a través de la certificación de producto (por ej marca N de AENOR).
  5. Un producto “inútil” (que no tiene certificadas sus propiedades) no puede considerarse como un producto sostenible.